By Rana Chudnofsky, Ed.M. and Jill Buchanan

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Topics: En Español, Stress

Jacob, de 14 años, parece tenerlo todo. Vive en un barrio rico, asiste a una escuela privada, practica deportes y es un miembro estrella de la banda de su escuela. Y, sin embargo, se siente incómodo y estresado. Su cuerpo está experimentando cambios rápidos, haciendo que su voz se quiebre, su cara estalle con acné vergonzoso y sus piernas perpetuamente demasiado largas para sus pantalones. En su trabajo escolar está tan atrasado que siente que nunca se pondrá al día, y le preocupa mantenerse al tanto de sus actividades extra curriculares. Algunos de sus amigos incluso le han estado instando a probar drogas. Toda esta presión es agotadora y a veces solo quiere darse por vencido.

Justo al otro lado de la ciudad, la vida de Kay no podría ser más diferente. Su madre y ella viven en un barrio urbano pobre donde, si quiere estar segura, nunca camina sola, ni siquiera ida o vuelta a la escuela. A menudo, las únicas comidas reales que recibe son en la escuela, y aparte de esas comidas, hay poco que sea predecible en su vida. Ella es naturalmente brillante, pero la pobreza extrema, junto con las drogas y la violencia que ve a su alrededor hacen que él futuro parezca desesperado.

Jacob y Kay tienen historias muy diferentes, pero una cosa que comparten estos adolescentes es la sensación de estar demasiado ESTRESADO.

Por supuesto, la adolescencia es, casi por definición, estresante. Los cambios hormonales y otros cambios físicos en el cuerpo, junto con las relaciones fluctuantes con sus compañeros y padres crean tensión para todos los niños a medida que avanzan hacia la edad adulta. Pero sin las herramientas de afrontamiento adecuadas, estas y otras presiones de familiares, amigos, calificaciones o finanzas pueden comenzar a sentirse rápidamente abrumadoras.

Los estudios muestran que los niños de Estados Unidos están más estresados ​​ahora que nunca. Los suicidios entre los adolescentes se han cuadruplicado desde la década de 1950. Un estudio importante reveló que solo el 36% de los alumnos de séptimo grado estuvieron de acuerdo con la afirmación: “Estoy feliz con mi vida”. En la última década, el uso de productos farmacéuticos para tratar los trastornos emocionales aumentó un 68% para las niñas y un 30% para los niños.

Es difícil determinar por qué los niños están experimentando más estrés hoy. Algunos estudios indican que es el resultado de una mayor sensación de incertidumbre que sienten sobre el futuro. Otros indican que están aprendiendo de sus padres estresados ​​y ansiosos, que no están estableciendo límites claros.

Cualquiera sea la causa, cuando los jóvenes están estresados, su rendimiento académico sufre y aumenta la tasa de depresión, ansiedad, abstinencia y agresión, junto con estrategias de afrontamiento poco saludables como el uso de drogas, de alcohol o de ambos.

Una caja de herramientas sorprendentemente eficaz para controlar el estrés implica aprender las técnicas de relajación de la medicina de la mente y el cuerpo.

Este enfoque incluye tres componentes esenciales:

Practique técnicas para obtener la respuesta de relajación.

Los niños aprenden a usar una herramienta de enfoque mental y a mantener una actitud tranquila, consciente, “sin juzgar”, que implica dirigir suavemente la mente hacia un punto de enfoque cuando surgen otros pensamientos. La clave para la efectividad aquí es el establecimiento de una práctica regular y continua. Los beneficios de tal práctica pueden ser dramáticos.

Un ejercicio típico que ayuda a evocar la respuesta de relajación podría ser:

1. Siéntese o recuéstese en silencio en una posición cómoda.
2. Elija una palabra o frase positiva, por ejemplo: relajarse, uno, estoy en paz, estoy tranquilo, etc.
3. Cierre sus ojos.
4. Relaje sus músculos.
5. Respire lenta y naturalmente, y mientras lo hace, repita su palabra o frase focal mientras exhala.
6. Asuma una actitud de no juzgar. No se preocupe por lo bien que le va. Cuando se le ocurran otros pensamientos, simplemente dígase a si mismo: “Oh, bueno”, y vuelva suavemente a la repetición.
7. Continuar por 5-10 minutos. Es posible que desee tener un reloj cerca para ver cuánto tiempo ha pasado.

Enseñar la conciencia del estrés.

Simplemente ser conscientes de las muchas formas en que el estrés nos afecta (cognitiva, emocional, física, conductual y espiritualmente) es un primer paso importante para controlar el estrés de manera efectiva.

Aprenda y utilice estrategias adaptativas para responder mejor a situaciones estresantes.

Esto implica redirigir los pensamientos en respuesta a factores estresantes, perspectivas positivas y construir conexiones sociales.

La investigación muestra que los niños y adolescentes que fueron entrenados en técnicas de mente y cuerpo desarrollaron hábitos de trabajo más eficientes y sintieron menos estrés y ansiedad. También aumentaron su promedio de calificaciones, autoestima y sentimientos de control.

La belleza de este enfoque es que los niños aprenden sobre los recursos que tienen dentro de sí mismos para construir resiliencia. En lugar de simplemente tomar una píldora, pueden aprovechar una reserva interna que les ayuda a crear el mejor resultado posible para muchos de los desafíos de la vida. Esto es increíblemente enriquecedor y crea un ciclo de retroalimentación de comportamiento positivo que continuará sirviéndoles durante toda su vida.

Para obtener más información sobre este enfoque para el manejo del estrés, visite el sitio web del Instituto Benson-Henry de Medicina del Cuerpo y la Mente (BHI) en el Hospital General de Massachusetts (www.bensonhenryinstitute.org). BHI es un líder mundial en el manejo y tratamiento de afecciones médicas relacionadas con el estrés y en el desarrollo de programas de bienestar para prevenirlo. También se especializan en trabajar con niños, educadores y padres a través de su programa de Iniciativa Educativa (EI). Desde 1989, la IE ha trabajado con estudiantes de todas las edades y antecedentes socioeconómicos, en grupos e individualmente.