Mi hijo fue diagnosticado con ansiedad o depresión. ¿Cómo debo hablar con ella al respecto?
Posted in: Grade School, Parenting Concerns, Teenagers
Topics: Anxiety, Depression, En Español, Q+A
“¿Debo usar la palabra ansioso o deprimido?”
“¿Debería hablar de eso con mi hija?”
“¿Qué debería decirle a mi hijo adolescente?”
“¿Cómo puedo siquiera mencionarlo?”
Estas son solo algunas de las preguntas que hacen los padres cuando a su hijo se le diagnostica ansiedad o depresión.
Es difícil encontrar el guión perfecto que dicte exactamente qué decir, porque dependerá en parte de la edad de su hijo. No hablarías con una niña de 6 años sobre su ansiedad de la misma manera que hablarías con una de 16 años.
Al hablar con los niños más pequeños sobre cómo se sienten, etiquetar sus sentimientos puede ser de gran ayuda. Puede utilizar palabras como preocupación en lugar de ansiedad, o tristeza en lugar de depresión, porque los niños pequeños están más familiarizados con estas palabras. Los psicólogos que trabajan con niños pequeños llamarán a la ansiedad el “dragón de la preocupación” o el “monstruo de la preocupación” y hablarán sobre formas de “domesticar” a esas criaturas.
Al hablar con los adolescentes sobre problemas emocionales, generalmente es útil ser abierto y honesto. El uso de palabras como ansiedad o depresión no suele dar miedo a los adolescentes. Saben lo que están sintiendo y, a menudo, se sienten aliviados de saber que alguien ha entendido y “nombrado” sus dificultades, y que existen muy buenos tratamientos que pueden ayudar. Sea un oyente activo sin interrumpir y tenga una idea de lo que su adolescente piensa que está pasando y por qué. Es posible que se sorprenda del nivel de conocimiento de su hijo adolescente. Por otro lado, también puede descubrir que su adolescente no está listo para hablar en absoluto. Sin embargo, el logro fundamental es que ha abierto las líneas de comunicación.
Cuando habla con su hijo sobre los sentimientos de estrés y preocupación, sin importar la edad del niño, es importante ofrecer esperanza. Además de sentir empatía por su hijo, tranquilícelo diciéndole que las cosas mejorarán y que estos sentimientos no durarán para siempre. Recuérdele que no tiene que enfrentar estos sentimientos sola y que trabajará para conseguirle la ayuda adecuada para que la vida comience a sentirse mejor.
***
Gracias por visitar Clay Center. Estamos totalmente financiados por visitantes como tú. No recibimos apoyo financiero del Hospital General de Massachusetts ni de la Escuela de Medicina de Harvard. Su apoyo a nuestro trabajo nos ayuda a continuar produciendo contenido sobre temas de salud mental que apoyan el bienestar emocional de los jóvenes en todas partes.