By Ellen Braaten, PhD

Posted in: Parenting Concerns

Topics: Anxiety, En Español, Mental Illness + Psychiatric Disorders

Joyce de diez años siempre fue una niña un poco preocupada. Incluso a los dos años, ella parecía ansiosa devez en cuando, especialmente cuando su vida era un poco estresante. Una niñera nueva, una fiesta de cumpleaños ruidosa, o unas vacaciones podían causar nerviosismo y episodios de llanto, pero estos síntomas generalmente desaparecían rápido.  

Las cosas cambiaron el verano antes de empezar cuarto grado, la mejor amiga de Joyce se mudó a un pueblo nuevo, y su madre tuvo apendicitis que requirió una cirugía de emergencia. Aunque la madre de Joyce se recuperó después de un tiempo razonable, Joyce no podía parar de preocuparse por la salud de su madre. Joyce empezó a tener problemas durmiendo en la noche, se preocupaba que su madre pudiera morirse, que un ladrón entrara a la casa porque las puertas no estaban cerradas, o que todos sus otros amigos se mudarían. 

Aunque Joyce siempre fue una buena estudiante, su desempeño en la escuela sufrió. Ella se convirtió en una perfeccionista, pasaba demasiado tiempo completando su tarea y necesitaba mucha seguridad sobre su desempeño. Joyce iba a ver a la enfermera de la escuela muy seguido ya que ella se quejaba de dolores de estómago y cabeza frecuentemente.  

Todos tenemos ansiedad, es parte de la vida. De hecho, es bueno tener un poco de ansiedad, ya que nos mantiene motivados y emocionados por la vida. La ansiedad puede servir como advertencia cuando necesitamos hacer cambios, puede protegernos de situaciones peligrosas. Se ha encontrado que la ansiedad también puede ser beneficiosa en cuanto al liderazgo haciéndonos más cuidadosos y ayudándonos a considerar las posibilidades, particularmente en situaciones de riesgo, desde múltiples puntos de vista.  

Lamentablemente, la ansiedad de Joyce fue más allá del límite donde hubiera sido una influencia positiva en su vida; de hecho, se convirtió en algo debilitante. Joyce tenía problemas para dormir, se sentía ansiosa aún cuando no había nada de qué sentirse ansiosa, y preocupada acerca de cosas que tal vez nunca pasarían.  

Qué es el Trastorno de Ansiedad Generalizada?

Joyce tenía Trastorno de Ansiedad Generalizada (TAG), un trastorno caracterizado por sentimientos de ansiedad. Estos síntomas incluyen preocupación excesiva que interfiere con la habilidad de la persona para funcionar en la escuela, en el hogar, o en las relaciones sociales.  

Para recibir un diagnóstico de TAG, el niño debe tener: 

• Preocupaciones que son difíciles de controlar la mayoría de los días. Estas preocupaciones son muy tristes, y los niños pueden presentar síntomas como llanto aislamiento, e incluso hacer berrinches.  
• Preocupaciones que son acompañadas por síntomas físicos. Estos pueden incluir sentimientos de inquietud, problemas de concentración, tensión muscular, problemas para dormir, cambios en el apetito, dolores de estómago, dolores de cabeza, y sudor o temblor.  
• Los síntomas deben estar presentes al menos por seis meses. Es importante notar que experimentar ansiedad solo al principio del año escolar, o después de tener una semana estresante en la escuela, no califica como diagnóstico de GAD.  
• Los síntomas causan angustia significativa y deterioro en las funciones. Los síntomas pueden interferir con la habilidad del niño para funcionar en la vida diaria. En el caso de Joyce, estos problemas incluían  dificultad en el desempeño escolar y problemas con amistades.  

We don’t know what causes GAD, but it’s most likely a combination of biological and environmental factors that include:

• Differences in brain chemistry
• Genetics
• Behavioral inhibition: a temperament where the child is more inclined to withdraw or become fearful in new situations   
• A tendency to be more sensitive to feelings of anxiety, including a tendency to focus more on physical symptoms and interpret these as being harmful

Cuándo Debo Preocuparme? 

Los padres de Joyce estaban suficientemente preocupados como para hablar con la psicóloga de su escuela quien sugirió que la llevaran a un doctor para que evaluara la posibilidad de un trastorno de ansiedad. Mientras alguna ansiedad es normal, los síntomas de Joyce eran suficientemente significativos como para garantizar una evaluación más profunda. En general, es bueno ver a un doctor cuando:  

• La preocupación de su hijo está interfiriendo con la escuela, amistades, o en la vida en el hogar 
• Su hijo está mostrando síntomas frecuentes de depresión, irritabilidad, nerviosismo, o problemas para dormir y/ocomer, Como se trata el TAG?   

Como es tratado?

Sin importar la causa del TAG, Estamos constantemente aprendiendo más acerca de los síntomas y formas de tratar el TAG. El tratamiento más efectivo para TAG es la terapia cognitiva conductual (TCC), una forma de terapia que se enfoca en los síntomas de presentación, se enfocasen los objetivos, y se basa en la confrontación del pensamiento habilidad. La terapia empieza con la educación del niño y de toda la familia acerca del TAG para que luego ellos puedan identificar los síntomas. Una vez que los síntomas han sido identificados como pensamientos inquietantes, la terapia se enfoca en confrontar dichos pensamientos. Habilidades de confrontamiento pueden incluir practicar cómo manejar situaciones desafiantes (“Que pasa cuando me pongo ansioso durante un examen de matemática?”) o desafiando y tratando de cambiar patrones de pensamientos defectuosos, por ejemplo, cambiar (“Estoy seguro que ambos de mis padres morirán”, por “Hay una oportunidad muy pequeña de que mis padres se enfermen.”) Otras habilidades pueden incluir meditación, ejercicios de respiración, y enseñar al niño a prestar atención plena. Tambien hay medicinas que puede ser usada para tratar el TAG; para algunos niños necesitan el mejor tratamiento es la combinación de psicoterapia y medicina.

Para saber de seguro si su niño tiene TAG, usted necesita el diagnóstico de un profesional. El mejor lugar para empezar es con el pediatra. Si el diagnóstico es positivo, recuerde que el TAG es muy tratable. Después de cuatro meses de tratamiento semanal con TCC, Joyce experimentó un descenso significativo descenso en los síntomas. Mientras es posible que ella pueda necesitar mas sesiones en el futuro, las habilidades que ella aprendió en la terapia le ayudaron a convertirse en una amiga y estudiante más segura de sí misma, y le ayudaron a ir de ser una niña generalmente ansiosa, a convertirse en una niña apropiadamente ansiosa.